jueves, 25 de julio de 2013

DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA

Considerada una Terapia de conducta que permite disminuir determinados miedos aprendidos o reacciones fóbicas en las personas. Esta técnica fue desarrollada por Wolpe durante los años 1950 y 1960, y consiste en la presentación repetitiva a la imaginación de un paciente totalmente relajado.

Las tres fases o etapas a considerar en esta técnica son:
  • Entrenamiento en la relajación muscular
  • Construcción de una escala jerárquica de estímulos ansiógenos
  • Desensibilización
A continuación les mostramos un video que ayudará a conocer mejor esta técnica

miércoles, 24 de julio de 2013

B.F. SKINNER Y EL CONDICIONAMIENTO OPERANTE

Biografía
Burrhus Frederic Skinner nació el 20 de marzo de 1904 en la pequeña ciudad de Susquehanna en Pensilvania. Su padre era abogado y su madre una inteligente y fuerte ama de casa. Su crianza fue al viejo estilo y de trabajo duro.
Burrhus era un chico activo y extravertido que le encantaba jugar fuera de casa y construir cosas y de hecho, le gustaba la escuela. Sin embargo, su vida no estuvo exenta de tragedias. En particular, su hermano murió a los 16 años de un aneurisma cerebral.
Burrhus recibió su graduado en Inglés del Colegio Hamilton en el norte de Nueva York. No encajó muy bien sus años de estudio y ni siquiera participó de las fiestas de las fraternidades de los juegos de fútbol. Escribió para el periódico de la universidad, incluyendo artículos críticos sobre la misma, la facultad e incluso contra ¡Phi Beta Kappa!. Para rematar todo, era un ateo (en una universidad que exigía asistir diariamente a la capilla).
Al final, se resignó a escribir artículos sobre problemas laborales y vivió por un tiempo en Greenwich Village en la ciudad de Nueva York como “bohemio”. Después de algunos viajes, decidió volver a la universidad; esta vez a Harvard. Consiguió su licenciatura en psicología en 1930 y su doctorado en 1931; y se quedó allí para hacer investigación hasta 1936.
También en este año, se mudó a Mineápolis para enseñar en la Universidad de Minesota. Allí conoció y más tarde se casó con Ivonne Blue. Tuvieron dos hijas, de las cuales la segunda se volvió famosa como la primera infante que se crió en uno de los inventos de Skinner: la cuna de aire. Aunque no era más que una combinación de cuna y corral rodeada de cristales y aire acondicionado, parecía más como mantener a un bebé en un acuario.
B.F. SkinnerEn 1945 adquirió la posición de jefe del departamento de psicología en la Universidad de Indiana. En 1948 fue invitado a volver a Harvard, donde se quedó por el resto de su vida. Era un hombre muy activo, investigando constantemente y guiando a cientos de candidatos doctorales, así como escribiendo muchos libros. Aunque no era un escritor de ficción y poesía exitoso, llegó a ser uno de nuestros mejores escritores sobre psicología, incluyendo el libro Walden II, un compendio de ficción sobre una comunidad dirigido por sus principios conductuales. Nos referiremos a partir de aquí al término conductual, por ser más apropiado dentro del campo de la psicología.N.T.
El 18 de agosto de 1990, Skinner muere de leucemia, después de convertirse probablemente en el psicólogo más famoso desde Sigmund Freud.

EXTRAIDO DE; http://www.psicologia-online.com/ebooks/personalidad/skinner.htm

sábado, 6 de octubre de 2012

EL REFORZAMIENTO NEGATIVO EN EL ADIESTRAMIENTO CANINO

 

El reforzamiento negativo es muy frecuente en las técnicas tradicionales de adiestramiento canino. Los entrenadores que usan esas técnicas también usan herramientas que causan molestia, o incluso dolor, para que los perros aprendan. Algunas de estas herramientas son los collares de ahorque, los collares de púas y los collares eléctricos.

Aunque un entrenador hábil puede conseguir buenos resultados con el reforzamiento negativo, existen procedimientos basados en el reforzamiento positivo que son igualmente efectivos.

La molestia para el perro es una de las desventajas del reforzamiento negativo, pero no la única. Otras desventajas son que:

·           El adiestramiento se convierte en una lucha de poder entre el entrenador y el perro.
·           El aprendizaje activo generalmente se reduce porque el perro es obligado por la fuerza a realizar las conductas que se le enseñan.
·           La relación entre perro y entrenador puede malograrse porque el perro asocia al entrenador con cosas desagradables.
Además, cuando se usa reforzamiento negativo y castigo positivo, es muy fácil maltratar al perro sin querer hacerlo. De hecho, algunos procedimientos de adiestramiento basados en reforzamiento negativo son tan crueles que deberían estar prohibidos por las leyes de protección a los animales

Por supuesto, también existen procedimientos basados en el reforzamiento negativo que no son tan agresivos. Por ejemplo, una manera de enseñarle a un perro a sentarse consiste en realizar una ligera presión a la altura de los riñones del perro, con el pulgar opuesto a los demás dedos, como ves en la secuencia de fotos

En ese procedimiento, la presión se realiza apretando la espalda baja del perro, y no empujando la grupa hacia abajo. Empujar la grupa hacia abajo causa más resistencia por parte del perro, lo que dificulta el aprendizaje.

Al final, el perro se sienta para evitar la sensación desagradable. Cuando esto ocurre, se retira la presión y la conducta de sentarse es reforzada negativamente.



TÉCNICA DE DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA
EXTRAIDO DE:
http://www.psicologia-online.com/autoayuda/estres-ansiedad/tecnicas-de-desensibilizacion.html
Con la desensibilización sistemática una persona puede aprender a enfrentarse a objetos y a situaciones que le son particularmente amenazadoras, exponiéndose de forma real o imaginaria a los estímulos que producen una respuesta ansiógena. Se trata de aprender a relajarse mientras se imaginan escenas que, progresivamente, van provocando mayor ansiedad. “La repetida presentación del estímulo hace que éste pierda progresivamente su capacidad de evocar ansiedad y en consecuencia malestar físico, emocional o cognitivo” La técnica es muy efectiva para combatir fobias clásicas, miedos crónicos, algunas reacciones de ansiedad interpersonal…
Es fundamental exponerse de forma real o imaginaria a los estímulos que producen emociones ansiógenas y cuantas más veces mejor. Se trata de no evitar nunca, de enfrentarse pero armado de unos recursos que antes no se tenían pero que se pueden aprender. Por eso es muy importante repetir, repetir y repetir. Llevando a cabo acercamientos sistemáticos y progresivos (despacio pero sin pausa, poco a poco hasta que vaya perdiendo fuerza el elemento ansiógeno) los cuales serán reforzados puntualmente, de modo que la respuesta pierda poder ante dicha situación.
Podemos hacerlo repasando con la imaginación la exposición al estímulo que genera ansiedad (por ej. cómo responder ante una situación o pensamiento ante los que sentimos descontrolar o con gran malestar psicológico o fisiológico) y tras dominar la situación con la imaginación (viéndonos por ej. a nosotros mismos respondiendo controladamente y de una forma mucho más positiva y adaptativa) pasar posteriormente a practicar con la exposición directa. Se trata de deshacer condicionamientos que provocan ansiedad y aprender otros más positivos y adaptativos. Esto sirve para cualquier situación que pueda provocarnos ansiedad.
Los pasos son:
  1. Relajar los músculos a voluntad (Relajación diferencial o progresiva).
  2. Hacer una lista con todos los temores o situaciones ansiógenas.
  3. Construir una jerarquía de escenas ansiógenas de menor a mayor intensidad de ansiedad.
  4. Avanzar, a través de la imaginación o mediante enfrentamiento, con las situaciones temidas de la jerarquía. Es importante que se practique la visualización para que la situación se viva como muy real. No se pasará a una nueva situación ansiógena hasta no haber logrado que la anterior situación de la jerarquía quede totalmente resuelta en cuanto a la ansiedad vivida.
TERAPIA CONDUCTISTA
¿Qué es?
Cada vez que celebramos las bromas de un amigo, castigamos a un niño travieso o damos un premio al que se ha portado bien, estamos practicando una forma espontánea de terapia conductista. Son muchas las situaciones de la vida diaria en que aprobamos las conductas que nos parecen deseables y reprobamos las indeseables.
De la misma manera, los terapeutas conductistas se valen de un sistema de recompensas (y a veces castigos) para ayudar al paciente a abandonar hábitos inaceptables o que son una amenaza para sí mismo o para los demás, como el tabaquismo, el alcoholismo, la conducta violenta o ciertas formas de temor irracional.
La terapia se basa en el principio de que las malas conductas, sea cual sea su origen, se adquieren como resultado de un aprendizaje. Los niños, por ejemplo, pueden aprender a portarse indebidamente si sus padres y maestros “premian” el mal comportamiento concediéndole demasiada atención. Por su parte, un adolescente puede caer en el consumo excesivo de bebidas alcohólicas para obtener la aceptación de otros jóvenes (que también beben en exceso).
Otro ejemplo de conducta alterada es el de las personas que padecen estrés pos-traumático, un conjunto de reacciones emocionales prolongadas que puede sobrevenir como consecuencia de haber vivido acontecimientos impresionantes.
En cualquier caso, la terapia conductista se propone desarraigar los hábitos nocivos y el comportamiento indeseable adiestrando al paciente a sustituirlos por reacciones más constructivas.
Utilidad
El tratamiento está orientado a la solución de problemas específicos como tabaquismo, alcoholismo, comportamiento obsesivo-compulsivo, fobias, temores y trastornos infantiles de la conducta como la enuresis y ciertas formas de comportamiento antisocial.
Como sucede con casi todas las formas de psicoterapia, la eficacia del adiestramiento conductista depende de dos condiciones fundamentales: el terapeuta debe inspirar absoluta confianza y el paciente debe tener el deseo genuino de superar su problema.
¿Cómo es una consulta?
La terapia conductista sólo debe ser aplicada por un psicólogo clínico o un psicoterapeuta competente. Después de preguntar al paciente cuál es la conducta que quiere modificar, cuándo empezó a manifestarse y qué consecuencias tiene para sí mismo y para los demás, el terapeuta elegirá la técnica apropiada de adiestramiento. Por regla general, el tratamiento se distribuye en sesiones semanales y tiene una duración total de tres meses.
Los casos de fobias y temores suelen tratarse con una técnica conocida como desensibilización sistemática: el paciente comienza por practicar ciertos ejercicios de relajación mientras imagina las situaciones que le causan temor; una vez que logra mantener la calma, se le hace afrontar gradualmente las mismas situaciones, pero en la vida real, sin olvidar la práctica de la relajación. Con el tiempo, esta última llega a aprenderse tan bien que se convierte en una reacción espontánea, y los temores o fobias quedan superados.
Un método más rápido para tratar ciertas fobias es la exposición forzada o confrontación directa, que consiste en obligar al paciente a afrontar la situación que teme; pasada la reacción inicial, y una vez que éste se da cuenta de que no sufre ningún daño, su miedo se desvanece y se impone el dominio racional. Muchas personas han aprendido a tolerar de este modo insectos, alturas, espacios cerrados y muchos otros motivos de fobia.
En el caso del alcoholismo suele utilizarse la terapia por aversión, uno de cuyos recursos más eficaces es la administración regulada de disulfiram, medicamento que produce náuseas, malestar general y otras reacciones físicas adversas cuando se com-bina con bebidas alcohólicas; en consecuencia, el enfermo tarde o temprano acaba por adquirir aversión al alcohol (y en ocasiones al simple olor del mismo). Una técnica menos radical de deshabituación, empleada para combatir todo tipo de adicciones, es la aversión imaginativa, que consiste en asociar mentalmente la sustancia a la que se es adicto con algún recuerdo o sensación desagradable.
El punto de vista ortodoxo
La terapia conductista está respaldada por investigaciones científicas sobre el proceso de aprendizaje, y muchos médicos reconocen su eficacia para combatir trastornos específicos de la conducta, que se beneficiarían poco con un tratamiento exclusivamente medicamentoso.
Principios de la terapia conductista
A finales del siglo pasado, el fisiólogo ruso Iván Pavlov (1849-1936) cobró fama al lograr que un perro salivara cada vez que oía una campana cuyo sonido había aprendido a asociar con la llegada de su alimento. Pavlov llamó reflejo condicionado a este proceso, y lo aplicó al estudio del aprendizaje en el hombre. A principios de nuestro siglo, el psicólogo estadounidense John B. Watson expuso el conductismo, doctrina psicológica que descarta los conceptos de mente y conciencia, y sólo da validez a la conducta observable del individuo. Muchos de los principios expuestos por ambos cien-tíficos constituyen los fundamentos de la terapia conductista moderna.
Después de la Segunda Guerra Mundial, otro psicólogo estadounidense, B. F. Skinner, formuló el concepto de reforzamiento, mecanismo por el cual una recompensa o experiencia agradable que el individuo asocia con determinada conducta aumenta las probabilidades de que ésta se repita. Por ejemplo, la agorafobia puede reforzarse en una persona por el alivio que ésta experimenta si se queda en su casa; con el tiempo, la persona puede acabar por no salir en absoluto.
La solución de Skinner a este problema consiste en asociar la falta de ganas de salir con una experiencia desagradable, a la vez que se asocia el hecho de salir con una recompensa. Este método aún se emplea para ayudar a superar otros problemas similares.
Aunque Skinner llegó al extremo de proponer que el conductismo debía usarse para ejercer control sobre todas las conductas humanas y crear así una sociedad perfecta dirigida por psicólogos, la mayoría de los seguidores de la doctrina no lo tomaron en serio, y hoy sus técnicas se limitan a tratamientos individuales aplicados con el consentimiento del paciente.
EXTRAIDO DE: http://www.esencialidad.com/index.php?option=com_content&task=view&id=127&Itemid=179