TÉCNICA DEL AISLAMIENTO(TIME-OUT)
El aislamiento, como modelo especial de castigo, es una técnica
muy utilizada para eliminar una conducta problemática y consiste en separar al
niño del contexto en el que está ocurriendo la conducta anómala. Dicha separación
o aislamiento debe conllevar una privación social. Por ejemplo: separar a un
alumno del resto de compañeros de la clase cuando
su comportamiento sea inaceptable y no se pueda ignorar por la gravedad del
mismo.
El aislamiento recibe también el nombre de tiempo-fuera (time-out)
o receso de refuerzo y uno de los principales problemas que plantea es el de la
elección del lugar de aislamiento social (pasillo, patio...). El nuevo contexto
en donde se retire al alumno durante un tiempo aproximado de 5 minutos o hasta
que cese la conducta anómala, debe ser un lugar en el que no pueda obtener
ninguna gratificación o refuerzo porque, de lo contrario, el lugar de
aislamiento sería una consecuencia
agradable de molestar en
clase con lo que se estaría reforzando a esta última.
No sería efectivo la aplicación del tiempo-fuera en un alumno al
que se le aisla en el patio y allí tiene la oportunidad de practicar su deporte
favorito durante el periodo de tiempo que dura su separación del resto de la
clase. Es muy conveniente conseguir la colaboración de otros profesores del
Equipo Docente que en esos momentos no den clase o que realicen alguna tarea
que pueda ser compatible con la "custodia" del alumno perturbador.
Algunos niños manifiestan comportamientos inadecuados en la clase,
especialmente los agresivos. La mayoría de las veces estas conductas
alborotadoras son de muy difícil control y resulta poco menos que imposible que
el profesor las pueda ignorar produciendo a la vez respuestas emocionales tanto
en el propio profesor como en los alumnos. En este caso, el aislamiento
consistiría en separar al alumno del resto de compañeros de su clase hasta que
cesase en su alboroto para, posteriormente, volverlo a incorporar a la clase.
Pero podría darse el caso de que la "salida" o
aislamiento funcionara como reforzador de su conducta alborotadora porque al
niño en cuestión no le gusta estar en la clase realizando la tarea escolar. En
estos casos habría que determinar cuáles son las actividades reforzantes o
situaciones gratificantes para el alumno a efectos de poderlas utilizar
contingentemente al aplicar el tiempo-fuera, en el sentido de privación o separación del contexto reforzante.
Para que el aislamiento sea efectivo el alumno ha de experimentar
verdadero aburrimiento de
modo tal que prefiera estar en la clase a estar aislado, de lo contrario se le
estaría reforzando. Si el niño es aislado en el pasillo, encontrar a otros
compañeros para contarles su "aventura" resultará reforzante para él.
Generalmente los pasillos son desaconsejables porque existen multitud de
elementos distractores que no benefician en absoluto la eficacia de la técnica
aplicada por lo que sería recomendable el aislamiento en un lugar apartado de
la clase o en alguna dependencia donde pueda estar sometido a control, sin
peligros y no poder obtener refuerzo alguno ni por parte de sus compañeros ni
por la existencia de estímulos gratificantes en el lugar del aislamiento.
Algunas veces suele ocurrir que el alumno entabla un
enfrentamiento verbal con el profesor, discusión que debería ser evitada a toda
costa y no debería producir alteración emocional en el docente. El alumno ha de
conocer previamente cuál va a ser la consecuencia de su conducta sin la
necesidad de tener que producirse discusiones acerca del porqué del
tiempo-fuera. El tiempo-fuera debe complementarse con otras técnicas de
refuerzo para aumentar las conductas contrarias a las que se pretende eliminar.
CONCLUSIONES DE LA EFICACIA DE LA
TÉCNICA DEL AISLAMIENTO:
- La técnica del time-out suele ser más eficaz que la ignorancia
pasiva de la conducta-problema.
- No es aconsejable un periodo de tiempo-fuera de más de 20
minutos. Los periodos de tiempo más cortos están más indicados.
- Debe asegurarse la correcta dinámica entre salir de clase,
permanecer en el lugar de aislamiento y volver a entrar a la clase de tal modo
que el funcionamiento no quede a la improvisación y al descontrol de los
estímulos que pudieran entorpecer el correcto aislamiento temporal del alumno.
- Si la conducta-problema aumenta al indicársele al alumno que
debe permanecer cinco minutos fuera de clase, debe aplicársele un castigo
moderado de uno o dos minutos en función de la persistencia del problema. Por
ejemplo: si al darle instrucciones al alumno de que se retire porque está dando
gritos que perturban el orden de la clase continúa en sus gritos, deberá
decírsele que se aumentan en unos minutos más su tiempo de aislamiento por el
hecho de persistir en su conducta perturbadora.
- Esta técnica ofrece mayor ventaja que el castigo puesto que no
se le ofrece al alumno un modelo negativo de agresión para que pueda constituir
una fuente de imitación tal y como suele ocurrir en la aplicación del castigo.
- Si se pone en práctica la técnica del tiempo-fuera o aislamiento
para la modificación de conductas altamente
disruptivas resulta necesario
involucrar a los padres para que sigan las mismas pautas en el contexto familiar.
Artículo extraido de: http://www2.gobiernodecanarias.org/educacion/17/WebC/lujose/MODIFIC7.htm
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