jueves, 1 de diciembre de 2011


Durante el transcurso de nuestras clases hemos observado que el Conductismo como rama primigenia de la Psicología, ofreció invalorables aportes al estudio del comportamiento humano, sobre todo en el ámbito de la Modificación de conducta.
En tal sentido, a continuación expondremos un artículo que nos explicará didácticamente las técnicas del condicionamiento operante más conocidas como son:
·           El refuerzo positivo.
·           El refuerzo negativo.
·           El castigo.
·           La extinción.


TECNICAS DEL CONDICIONAMIENTO OPERANTE

EL REFUERZO POSITIVO
Se emplea para incrementar la frecuencia de una respuesta mediante un refuerzo consistente en proporcionar un estímulo grato al alumno. Cuando el alumno realiza la acción deseada se le refuerza con alguno de estos medios, según lo que a él más le agrade:
·         Elogiar su conducta, mediante expresiones como «muy bien», «estupendo», y otras parecidas que demuestren aprobación de la misma.
·         Dulces, caramelos o alimentos preferidos.
·         Gestos de aprobación de sus actos, como sonrisas, asentimiento de cabeza, demostración de alegría o satisfacción por su acción.
·         Premios diversos, como objetos, regalos, fichas (canjeables después por otros objetos).
·         Cosas agradables, como oír música, ver un programa de televisión, asistir a una reunión, etc.
·         Reconocimiento de su acción por otras personas.
El refuerzo de la conducta debe proporcionarse lo más inmediatamente posible, al menos al principio del tratamiento. La entrega del reforzador puede aplicarse todas las veces que el alumno obre correctamente (refuerzo continuo) o solamente algunas (refuerzo intermitente). Las distintas modalidades que presenta el refuerzo positivo son:
·           Programa de razón fija.
·           Programa de razón variable.
·           Programa de intervalo fijo.
·           Programa de intervalo variable.
Programa de razón fija. Cada cierto número de veces que el alumno realice la respuesta deseada se le concede un refuerzo. Al comienzo de un programa se le deberá reforzar todas las veces que la conducta se produzca. Conforme se avanza en el programa, podrá ir aumentándose de forma paulatina dicha razón fija. Es una modalidad eficaz, por la que se suelen comenzar la mayor parte de los programas, aunque después se cambie de modalidad. El alumno se habitúa a la proporción establecida, siendo sus realizaciones intermedias (en el supuesto de razones fijas amplias) más imperfectas, y mejores las finales del ciclo. Cuando se suprime el refuerzo, suele extinguirse la conducta con más facilidad que con las otras modalidades
Programa de razón variable. En este caso se varía la proporción de respuestas correctas por cada refuerzo, de manera que el alumno no sepa cuándo va a recibirlo. Al principio la oscilación de la razón debe ser pequeña y aumentarse poco a poco. Es un procedimiento muy eficaz para lograr la modificación de la conducta, ya que todas las respuestas del alumno se realizan con la expectativa del posible premio, al desconocer el momento en que se producirá. Incluso cuando se suprime el refuerzo, resulta difícil la extinción de la respuesta.
Programa de intervalo fijo. Siempre que el alumno obre correctamente, es decir, realice la conducta deseada durante un espacio de tiempo fijo, se le proporciona el refuerzo. Esta circunstancia es independiente del número de veces que lo haga. Su eficacia es discreta, ya que puede habituarse, con una sola acción, a esperar el refuerzo en el tiempo que, por repetición, llega a conocer. Al suprimir el refuerzo se produce la extinción con rapidez
Programa de intervalo variable. En esta modalidad se aplica el refuerzo al alumno en intervalos de tiempo variables siempre que, durante los mismos, responda con la conducta deseada. Es un procedimiento más eficaz que el anterior para la modificación de la conducta, ya que el alumno desconoce cuándo se va a producir el refuerzo, y ello le obliga a obrar correctamente de modo permanente. Cuando se suprime el refuerzo, la extinción se produce con lentitud.
EL REFUERZO NEGATIVO
Esta técnica consiste en incrementar la frecuencia de una acción deseable eliminando algo que resulta molesto al alumno, siempre que obre correctamente. Como medios para llevar a cabo el refuerzo negativo se encuentran, entre otros, quitar o suprimir al alumno:
·      Objetos o cosas que le resulten desagradables, como figuras, animales, ambiente, etc.
·      Ruidos molestos, como timbrazos, pitidos, etc.
·      Olores desagradables.
·      Dolores físicos o circunstancias molestas, que imposibilitan su libertad, como aquellas que le obligan a permanecer en determinada postura o lugar.
El refuerzo negativo debe ser también lo más inmediato posible a la conducta deseada. Su aplicación puede ser de manera continua o intermitente. La primera es más eficaz que esta última, pues al suprimir el refuerzo, se suele producir la extinción con más rapidez.
EL CASTIGO
Esta técnica consiste en eliminar algo grato, o bien en proporcionar algo que resulte molesto al alumno, siempre que responda con una conducta distinta a la deseable, facilitando así la extinción de la misma.
El castigo aplicado de forma intermitente es menos eficaz que cuando se hace de forma continua, es decir, siempre que se produzca la respuesta inadecuada.
Los castigos deben aplicarse lo más inmediatamente posible tras la acción incorrecta.
Entre los castigos que más corrientemente pueden aplicarse, tanto en ambientes escolares como en los familiares, se encuentran los siguientes:
·         Suprimir o privar al alumno de:
       Palabras cariñosas, elogios, dirigirle la palabra.
       Comidas o platos que le agradan.
       Sonrisas y gestos de aprobación.
       Fichas o dinero, restando o deduciéndolo a lo ganado.
       Cosas gratas, como algunos objetos, ver la televisión, etc.
       Ambiente o personas gratas para él.
·         Aplicar o proporcionar al alumno:
       Ruidos molestos, como pitidos o música estridente.
       Molestias físicas, como posturas incómodas, inmovilidad, etc.
       Olores desagradables.
       Trabajos molestos, monótonos.
       Desaprobación de sus acciones con palabras duras.
Los castigos pueden aplicarse en muchas ocasiones, siendo necesario que el alumno lleve el autocontrol de su conducta y se halle comprometido en un contrato serio y responsable.
 LA EXTINCIÓN
Otra manera de reducir la frecuencia de una conducta no deseable es ignorarla cuando se produce. De esta manera, llega a producirse la extinción de la misma al no recibir ningún refuerzo que la mantenga.
La extinción debe ser aplicada siempre que se produzca la conducta, no siendo susceptible de hacerlo de manera intermitente, ya que, en este caso, se reforzaría la conducta y sería contraproducente para el tratamiento.
Ignorar la conducta es una técnica muy fácil y de gran eficacia. En muchas ocasiones la familia, al aplicar un castigo por una conducta indeseable, lo que hace es, a veces, reforzarla; mientras que si la hubiera pasado por alto sin prestarle atención, el niño, al ver que no se le hace caso y que aquella conducta no es útil para él, dejaría de realizarla, con lo que desaparecería por extinción.




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