Durante el transcurso de nuestras clases
hemos observado que el Conductismo como rama primigenia de la Psicología,
ofreció invalorables aportes al estudio del comportamiento humano, sobre todo
en el ámbito de la Modificación de conducta.
En tal sentido, a continuación expondremos
un artículo que nos explicará didácticamente las técnicas del condicionamiento
operante más conocidas como son:
·
El refuerzo positivo.
·
El refuerzo negativo.
·
El castigo.
·
La extinción.
TECNICAS DEL CONDICIONAMIENTO OPERANTE
EL REFUERZO
POSITIVO
Se emplea para incrementar la frecuencia
de una respuesta mediante un refuerzo consistente en proporcionar un estímulo
grato al alumno. Cuando el alumno realiza la acción deseada se le refuerza con
alguno de estos medios, según lo que a él más le agrade:
·
Elogiar su conducta, mediante expresiones como «muy
bien», «estupendo», y otras parecidas que demuestren aprobación de la misma.
·
Dulces, caramelos o alimentos preferidos.
·
Gestos de aprobación de sus actos, como sonrisas,
asentimiento de cabeza, demostración de alegría o satisfacción por su acción.
·
Premios diversos, como objetos, regalos, fichas
(canjeables después por otros objetos).
·
Cosas agradables, como oír música, ver un programa de
televisión, asistir a una reunión, etc.
·
Reconocimiento de su acción por otras personas.
El refuerzo de la conducta debe
proporcionarse lo más inmediatamente posible, al menos al principio del
tratamiento. La entrega del reforzador puede aplicarse todas las veces que el
alumno obre correctamente (refuerzo continuo) o solamente algunas (refuerzo
intermitente). Las distintas modalidades que presenta el refuerzo positivo son:
·
Programa de razón fija.
·
Programa de razón variable.
·
Programa de intervalo fijo.
·
Programa de intervalo variable.
Programa de razón fija. Cada cierto número de veces que el alumno realice la
respuesta deseada se le concede un refuerzo. Al comienzo de un programa se le
deberá reforzar todas las veces que la conducta se produzca. Conforme se avanza
en el programa, podrá ir aumentándose de forma paulatina dicha razón fija. Es
una modalidad eficaz, por la que se suelen comenzar la mayor parte de los
programas, aunque después se cambie de modalidad. El alumno se habitúa a la
proporción establecida, siendo sus realizaciones intermedias (en el supuesto de
razones fijas amplias) más imperfectas, y mejores las finales del ciclo. Cuando
se suprime el refuerzo, suele extinguirse la conducta con más facilidad que con
las otras modalidades
Programa de razón
variable. En este caso se varía la proporción de
respuestas correctas por cada refuerzo, de manera que el alumno no sepa cuándo
va a recibirlo. Al principio la oscilación de la razón debe ser pequeña y
aumentarse poco a poco. Es un procedimiento muy eficaz para lograr la
modificación de la conducta, ya que todas las respuestas del alumno se realizan
con la expectativa del posible premio, al desconocer el momento en que se
producirá. Incluso cuando se suprime el refuerzo, resulta difícil la extinción
de la respuesta.
Programa de intervalo
fijo. Siempre que el alumno
obre correctamente, es decir, realice la conducta deseada durante un espacio de
tiempo fijo, se le proporciona el refuerzo. Esta circunstancia es independiente
del número de veces que lo haga. Su eficacia es discreta, ya que puede
habituarse, con una sola acción, a esperar el refuerzo en el tiempo que, por
repetición, llega a conocer. Al suprimir el refuerzo se produce la extinción
con rapidez
Programa de intervalo
variable. En esta modalidad se aplica el refuerzo al alumno en
intervalos de tiempo variables siempre que, durante los mismos, responda con la
conducta deseada. Es un procedimiento más eficaz que el anterior para la
modificación de la conducta, ya que el alumno desconoce cuándo se va a producir
el refuerzo, y ello le obliga a obrar correctamente de modo permanente. Cuando
se suprime el refuerzo, la extinción se produce con lentitud.
EL REFUERZO NEGATIVO
Esta técnica consiste en incrementar la
frecuencia de una acción deseable eliminando algo que resulta molesto al
alumno, siempre que obre correctamente. Como medios para llevar a cabo el
refuerzo negativo se encuentran, entre otros, quitar o suprimir al alumno:
· Objetos o cosas que le
resulten desagradables, como figuras, animales, ambiente, etc.
· Ruidos molestos, como
timbrazos, pitidos, etc.
· Olores desagradables.
·
Dolores físicos o circunstancias molestas, que
imposibilitan su libertad, como aquellas que le obligan a permanecer en
determinada postura o lugar.
El refuerzo negativo debe ser también lo
más inmediato posible a la conducta deseada. Su aplicación puede ser de manera
continua o intermitente. La primera es más eficaz que esta última, pues al
suprimir el refuerzo, se suele producir la extinción con más rapidez.
EL CASTIGO
Esta técnica consiste en eliminar algo
grato, o bien en proporcionar algo que resulte molesto al alumno, siempre que
responda con una conducta distinta a la deseable, facilitando así la extinción
de la misma.
El castigo aplicado de forma intermitente
es menos eficaz que cuando se hace de forma continua, es decir, siempre que se
produzca la respuesta inadecuada.
Los castigos deben aplicarse lo más
inmediatamente posible tras la acción incorrecta.
Entre los castigos que más corrientemente
pueden aplicarse, tanto en ambientes escolares como en los familiares, se
encuentran los siguientes:
·
Suprimir o privar al alumno de:
Palabras
cariñosas, elogios, dirigirle la palabra.
Comidas
o platos que le agradan.
Sonrisas
y gestos de aprobación.
Fichas
o dinero, restando o deduciéndolo a lo ganado.
Cosas
gratas, como algunos objetos, ver la televisión, etc.
Ambiente
o personas gratas para él.
·
Aplicar o proporcionar al alumno:
Ruidos
molestos, como pitidos o música estridente.
Molestias
físicas, como posturas incómodas, inmovilidad, etc.
Olores
desagradables.
Trabajos
molestos, monótonos.
Desaprobación
de sus acciones con palabras duras.
Los
castigos pueden aplicarse en muchas ocasiones, siendo necesario que el alumno
lleve el autocontrol de su conducta y se halle comprometido en un contrato
serio y responsable.
LA EXTINCIÓN
Otra
manera de reducir la frecuencia de una conducta no deseable es ignorarla cuando
se produce. De esta manera, llega a producirse la extinción de la misma al no
recibir ningún refuerzo que la mantenga.
La extinción debe ser aplicada siempre que
se produzca la conducta, no siendo susceptible de hacerlo de manera
intermitente, ya que, en este caso, se reforzaría la conducta y sería
contraproducente para el tratamiento.
Ignorar la conducta es una técnica muy
fácil y de gran eficacia. En muchas ocasiones la familia, al aplicar un castigo
por una conducta indeseable, lo que hace es, a veces, reforzarla; mientras que
si la hubiera pasado por alto sin prestarle atención, el niño, al ver que no se
le hace caso y que aquella conducta no es útil para él, dejaría de realizarla,
con lo que desaparecería por extinción.
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